Los rompecabezas son un delirio, un hermoso suplicio que hace carburar nuestras neuronas y entretiene nuestra ociosidad por horas y horas… para cuando nos damos cuenta, ya estamos por culminar la obra maestra, y la depresión empieza a calar en cada fibra sensible del cuerpo.
Pero, ¿qué podría satisfacer nuestras más oscuras necesidades de amantes del peculiar juego de mesa?
Sin duda, aunque ver terminado el trabajo es una de las más gratas satisfacciones, también lo es la ardua tarea de llevarlo a cabo, y cuando no estamos listos para dejar ir estas sensaciones, finalizar la pieza nos hace sentir incompletos, devastados; por ello, si eres de los míos y no toleras ver el fin de algo tan placentero (como cuando terminas alguna serie, libro, o muere alguno de tus personajes favoritos), encontrarás en esta noticia uno de los momentos más bellos de la semana:
Con base en la ciencia, que lo puede (casi) todo, el rompecabezas infinito rige su diseño con las matemáticas, razón por la cual posee una ingeniería tan sofisticada que nos garantiza, literalmente, interminables horas de diversión.

Gif: WIRED
Nervous System, estudio responsable de su nacimiento, creó esta belleza inspirándose en el concepto matemático Botella de Klein (superficie abierta, no orientada y sin bordes, que carece de interior y exterior), y decidió imprimir sus piezas por ambos lados, fomentando la práctica de un armado interminable.
De momento, la compañía ofrece dos versiones del sagaz juego, uno de color sólido ($50 USD) y otro que representa el centro de la galaxia ($100 USD), mismo que refuerza la idea del inagotable vacío que emula la pieza y cuyo primer lote está agotado de momento (stock que reavivará en poco más de un mes):
Video: vimeo